El buen musical es algo más que la suma de música y actuación. Es una amalgama artística químicamente equilibrada entre más componentes. Química que, por otra parte, es prioritario hallar en la pareja protagónica y cuya luminiscencia hacía mucho que no se veía refulgir tanto como en la dupla Gosling-Stone (quienes ya había trabajado juntos en Crazy, Stupid, Love de 2011 y en Gangster Squad de 2013). Ellos son -y simbolizan- música y actuación...