El director de cine Paolo Sorrentino (Nápoles, 1970) está convencido de que le debe su vida a Maradona. A "Santa Maradona" –como lo bautizaron los muchachos de Mano Negra, la banda francesa liderada por Manu Chao- se le han atribuido diversos milagros, todos ellos de índole futbolística, pero nunca se le ha adjudicado haber salvado una vida. No obstante, parece que el hombre que logró abrir el mar de ingleses a fuerza de gambeta, que fue tocado por la mano divina justo en el instante en el que todo un pueblo dependía de él, que desafió al Imperio del Fútbol siendo profeta en su tierra y en todas las tierras, tenía en el joven Paolo a uno de sus más fervientes seguidores cuando defendía los colores del Napoli...