Podría iniciar este artículo rescatando lo que dijo Howard Hawks cuando terminó de filmar su Scarface (La pandilla de Caracortada, 1932): "Va a ser difícil que nos superen, porque nosotros hemos filmado todos los crímenes en esta película". Lo que Hawks nunca imaginó es que cincuenta años después aparecería Brian De Palma con su remake, y que una sierra eléctrica y una bañadera le alcanzarían para hacer que la original pareciese un juego de niños...